"Cásate con un arqueólogo. Cuanto más vieja te hagas, más encantadora te encontrará".
Y sabía lo que decía. Agatha Christie (1890-1976) es conocida por sus novelas policíacas. Sin embargo, la fascinación que encontró por Oriente Medio está menos difundida.
1926 es un año clave en su vida. La muerte de su madre y la confesión de su marido de que pensaba abandonarla por otra mujer le sumieron en una profunda depresión. En este momento se produce uno de los acontecimientos más enigmáticos de su vida. Una tarde de diciembre Agatha desapareció. Su coche apareció abandonado, sin rastro alguno de ella. Cuando ya todos la creían muerta, Agatha apareció en un hotel balneario con muestras de amnesia. Ella misma publicó un anuncio en la prensa local esperando que alguien la reconociera. Pero utilizó otro apellido, curiosamente el de la amante de su marido, y nadie pudo reconocerla. Por fortuna, unos días después fue encontrada por su familia.
El hecho fue tan desconcertante que los rumores no tardaron en extenderse: se dijo que había sido una maniobra para publicitar su último libro, la manera de hacer pública la infidelidad de su marido, una crisis nerviosa... Tras este suceso, Agatha y Archibald Christie se divorciaron.
Meses después llegó la invitación que cambiaría su vida y la uniría a Siria para siempre. El arqueólogo Leonard Woolley y su familia le invitan a visitar las excavaciones en las que están trabajando en Ur (Irak).
En aquella época que una mujer viajara sola desde Londres hasta Bagdad tuvo que ser toda una aventura, no exenta de peligros. Primero, llegar hasta París, después tomar el famoso Orient Express para alcanzar Estambul y desde ahí el Taurus Express, que conectaba Turquía con Alepo, Damasco y Beirut.
En el año 1946 y, según sus propias palabras, en respuesta a las numerosas preguntas que sus familiares y amigos le hacían en torno a su vida en Irak, decidió publicar el libro "Ven y dime cómo vives".
Éste no fue el único. En pleno apogeo de su vida como escritora, Agatha Christie utilizó sus viajes por Oriente como material para publicar “Asesinato en Mesopotamia”, “Muerte en el Nilo” y “Cita conla Muerte ”.
Murió en enero de 1976, dejando tras de sí una extensa obra literaria que incluye sus famosas novelas policíacas, piezas teatrales, novelas románticas y una autobriografía que tardó 15 años en escribir y que se publicó un año después de su muerte.
Y sabía lo que decía. Agatha Christie (1890-1976) es conocida por sus novelas policíacas. Sin embargo, la fascinación que encontró por Oriente Medio está menos difundida.
1926 es un año clave en su vida. La muerte de su madre y la confesión de su marido de que pensaba abandonarla por otra mujer le sumieron en una profunda depresión. En este momento se produce uno de los acontecimientos más enigmáticos de su vida. Una tarde de diciembre Agatha desapareció. Su coche apareció abandonado, sin rastro alguno de ella. Cuando ya todos la creían muerta, Agatha apareció en un hotel balneario con muestras de amnesia. Ella misma publicó un anuncio en la prensa local esperando que alguien la reconociera. Pero utilizó otro apellido, curiosamente el de la amante de su marido, y nadie pudo reconocerla. Por fortuna, unos días después fue encontrada por su familia.
El hecho fue tan desconcertante que los rumores no tardaron en extenderse: se dijo que había sido una maniobra para publicitar su último libro, la manera de hacer pública la infidelidad de su marido, una crisis nerviosa... Tras este suceso, Agatha y Archibald Christie se divorciaron.
Meses después llegó la invitación que cambiaría su vida y la uniría a Siria para siempre. El arqueólogo Leonard Woolley y su familia le invitan a visitar las excavaciones en las que están trabajando en Ur (Irak).
En aquella época que una mujer viajara sola desde Londres hasta Bagdad tuvo que ser toda una aventura, no exenta de peligros. Primero, llegar hasta París, después tomar el famoso Orient Express para alcanzar Estambul y desde ahí el Taurus Express, que conectaba Turquía con Alepo, Damasco y Beirut.
“Me enamoré de Ur , de su belleza al atardecer , con los zigurats que se elevan ligeramente ocultos por las sombras y aquel ancho mar de arena con los colores pálidos, maravillosos, amarillo melocotón, rosa, azul, malva, cambiando a cada minuto.”
En el año 1946 y, según sus propias palabras, en respuesta a las numerosas preguntas que sus familiares y amigos le hacían en torno a su vida en Irak, decidió publicar el libro "Ven y dime cómo vives".
Éste no fue el único. En pleno apogeo de su vida como escritora, Agatha Christie utilizó sus viajes por Oriente como material para publicar “Asesinato en Mesopotamia”, “Muerte en el Nilo” y “Cita con
Murió en enero de 1976, dejando tras de sí una extensa obra literaria que incluye sus famosas novelas policíacas, piezas teatrales, novelas románticas y una autobriografía que tardó 15 años en escribir y que se publicó un año después de su muerte.