KUMANO KODO

viernes, 30 de julio de 2010 30.7.10 Publicado por Raquel Navarro 2 comentarios
En pleno Año Santo Xacobeo en el que se están batiendo récords de peregrinos y de visitantes a Santiago, no está de más recordar la otra ruta de peregrinación considerada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad: el Kumano Kodo. Un camino que recorre la península japonesa de Kii (sur de Kioto), uniendo templos buditas y sintoístas a través de un paisaje espectacular.








Siguiendo la máxima del sintoísmo, inicialmente el pegrino buscaba la conexión con la naturaleza. Kumano ha sido considerado hogar de los dioses desde tiempos inmemoriales y se dice que en sus caminos el viento, el agua y los bosques de cedros relatan al caminante las historias de los que antes han transitado esas sendas. Emperadores, sacerdotes, campesinos, samuráis... desde el siglo X japoneses de todos los estratos sociales han buscado la fuerza espiritual de Kumano y su poder sanador.







El Kumano Kodo une tres importantes centros sagrados: Sanzan Kumano (compuesto a su vez por tres santuarios budistas), Koyasan y Yoshino-Omine. En realidad son varios los caminos que llevan hasta ellos y numerosas las rutas posibles. La más visitada es la llamada ruta imperial, Nakahechi, que es la que empleaba la familia real. Por otro lado, la ruta Kohechi atraviesa la zona de norte a sur, cruzando cataratas y pasos escarpados de hasta 1000 metros de altura. El camino Ohechi bordea la costa sur de la península y el del este, Iseji, atraviesa bosques de bambús, playas, montañas y campos de arroz.






Se elija la ruta que se elija, el paisaje es asombroso. ¿Cuántos días se tarda en recorrerlo? Si hacemos caso a lo que dice la creencia popular japonesa, el Camino se realiza desde que salimos de casa y hasta que regresamos a ella. Así que ¿cuántos días nos harán falta?


BED & BREAKFAST

30.7.10 Publicado por Raquel Navarro 0 comentarios

El concepto nació en Europa en los años 60 y triunfó en Estados Unidos en los 70, sin embargo en nuestro país los Bed & Breakfast aún no han alcanzado una gran aceptación. Como viajeros parece que no creemos en esta modalidad de alojamiento. No sé si por desconocimiento o porque preferimos opciones más clásicas. Y como empresarios tampoco los tenemos muy en cuenta. De hecho, si buscamos B&B en España, las páginas de información nos redireccionan hacia albergues u hostales. Sin embargo, los B&B son una alternativa que deberíamos contemplar, especialmente si buscamos algo barato.

La idea es ofrecer cama y desayuno en un ambiente más o menos familiar a un precio económico. Podemos encontrar muchas variantes: los que alquilan habitaciones en la misma casa donde vive la familia que regenta el B&B, los que ofrecen habitaciones en pisos o edificios como si fueran pequeñas pensiones, rurales, urbanos, tipo albergue...
Los únicos inconvenientes, si lo son, es que normalmente se comparte el baño (en algunos se pueden encontrar habitaciones con baño privado, pero no es lo habitual) y que no se suele permitir el uso de la cocina, sobre todo cuando convives con los dueños. Aunque pidiéndolo con educación, no suele haber problema.


A FAVOR: precio (puedes encontrar habitaciones dobles desde 30€), posibilidad de conocer gente en las áreas comunes de la casa y la ayuda e información que te pueden dar los dueños (gente local, más cercana que el personal de cualquier hotel).

EN CONTRA: compartir el baño cuando únicamente hay uno para muchas habitaciones, pagar en metálico a la llegada (no aceptan tarjetas y hay que abonar parte de la reserva de antemano) y, tal vez, la extraña sensación de saber que los propietarios duermen a escasos metros.


Como en todas partes, los hay más bonitos, más feos, con mejor o peor desayuno, con caseros amables o con los que te dan la llave a cambio del dinero y se olvidan de ti, los que te mandan fotos maravillosas que luego no se ajustan para nada a la realidad, habitaciones que son casi apartamentos o cuartitos diminutos...

Las malas experiencias, que son muchas, las voy a obviar. Pero hay algunos B&B que me gustaría recomendaros:


-www.goodmormingparis.fr

Página de B&B de la oficina de turismo de París. Ellos se encargan de todo: te dicen qué B&B están libres en las fechas que necesitas, te envían la información, contactan con el propietario, cobran... Rápidos y eficientes. Lo único, que para no molestar a los dueños, no te dan la información exacta del lugar hasta que no has pagado (te dicen el barrio, la zona, cerca de dónde está, pero la calle y número sólo cuando has aceptado el cobro).
A través de esta página conocimos a Madame Claudine. Una señora encantadora con casa al lado de la Bastilla, que nos preguntaba todos los días qué queríamos desayunar, nos contaba historias de París, me ayudó a practicar mi precario francés, nos dio muy buenos consejos y nos descubrió sitios que sólo la gente del barrio puede conocer. Fue como ir a casa de la abuela parisina. La habitación era enorme. Lo único malo es que el baño, aunque limpio, era de los años 60. Pero todo lo demás lo compensaba.



-www.casanovaaitolentini.com

B&B en Venecia. Situado a 5 minutos a pie de la estación de tren. Uno de los mejores en los que he estado. La habitación era enorme, casi un apartamento. El desayuno, de lo más completo, era servido en el bar de al lado, que pertenece al mismo dueño, Alberto, un italiano muy simpático.





-Alex e Angie

B&B en la parte baja de Bérgamo. Mi favorito hasta el momento. Ático dúplex precioso, habitación enorme, terraza en el piso superior con vistas a la Citá alta, barato y con cocina bien equipada a disposición del cliente.



-www.hostelworld.com
Hay millones de páginas para encontrar B&B. Ésta es una de las que más suelo consultar.



Os animo a que probéis suerte y, más aún, a que compartáis datos de los B&B que habéis visitado.















YO, HOLANDA

sábado, 17 de julio de 2010 17.7.10 Publicado por Raquel Navarro 0 comentarios
Generalmente cuando pensamos en viajar a Holanda, solemos centrarnos en Amsterdam. Y sí, Amsterdam merece una visita obligatoria, pero es una pena quedarnos sólo con la capital, porque Holanda es mucho más. Es un país maravilloso, verde, limpio, ordenado, con calidad de vida y gente amable que merece la pena recorrer. Además, dada su extensión es perfecto para desplazarse y disfrutar en unos días o semanas de las distintas provincias holandesas.

La bici es el medio de transporte por excelencia y aparte de ser el más utilizado en las ciudades, existen numerosas rutas que conectan todo el país. Sin embargo, si no tienes en mente hacer turismo pedaleando, el coche y el tren son las mejores opciones. El servicio de tren no es barato, pero tampoco es mucho más caro que en España, y en un país donde las distancias no son grandes, permite la conexión entre ciudades en muy poco tiempo, a bordo de trenes nuevos, limpios y rápidos.

Haarlem

A veinte minutos en tren desde Amsterdam nos encontramos con el auténtico Haarlem, el que más tarde dio nombre al barrio de NY. Es una ciudad tranquila y pintoresca que conserva su arquitectura medieval. La ciudad se distribuye desde Grote Markt, la plaza central rodeada por bares y pequeños restaurantes, y alrededor de pequeños canales.


Waterland

También a escasos kilómetros de Amsterdam podemos visitar varios pueblos de pescadores. Se puede llegar a ellos también en autobús. De hecho hay un billete especial para hacer esta ruta. Dada la cercanía con Amsterdam, son lugares excesivamente turísticos, pero lo cierto es que es su visita no te defraudará.

Volendam destaca por sus casas de madera, los puentes levadizos y el paseo alrededor del puerto. Desde ahí lo mejor es vivir la experiencia de coger el Marken express y cruzar hasta la isla de Marken, donde te sentirás transportado a otro lugar. Es un lugar idílico: tranquilo, silencioso, limpio, cuidado al detalle, con casas de cuento. Edam, conocida por su queso (hay mercado tradicional todos los miércoles), y Monickendam son otros parajes encantadores de arquitectura del siglo XVII. Muy cerca Zaanse Schans ofrece la imagen típica de molinos de viento.



Rotterdam

Fue bombardeada y prácticamente destruida durante la II Guerra Mundial. Al volver a levantarla, las nuevas corrientes arquitectónicas entraron con fuerza y dieron lugar a una ciudad moderna y rompedora. Su puerto es el más grande del mundo.

La Haya


Sede del Gobierno y del Tribunal Internacional de Justicia. Obligatorio visitar el museo Escher, el Mauristshuis (que exhibe pinturas de Vermeer y Rembrandt) y Madurodam, una “ciudad” que reproduce Holanda en miniatura. Muy cerca, puedes relajarte y pasar un día muy agradable en las playas de Scheveningen.


Utrecht

Es una de las ciudades más antiguas de Holanda. Famosa por la cantidad y calidad de los museos que alberga, así como por las casas medievales y los canales que salpican la ciudad. El Castillo de Haar es el más grande de Holanda. Con sus torres, almenas, fosos, puertas y puentes levadizos representa la imagen ideal de un castillo medieval.




Y esto no es más que una pequeña parte. Todavía nos esperan el mar del Norte, las islas Frisias, Breda, Maastrich, la experiencia única de dormir en un faro… Definitivamente, Holanda es mucho más que Ámsterdam.




MARK TWAIN: SIGUIENDO EL ECUADOR

sábado, 3 de julio de 2010 3.7.10 Publicado por Raquel Navarro 2 comentarios


He de reconocer que no soy muy fan de Mark Twain. Ni Huckleberrys Finn, ni Toms Sawyer me han guiado por el Misisipí. De hecho creo que sólo he leído dos novelas suyas: “La cabaña del tío Tom” y “Diario de Adán y Eva”. Sin embargo, hace un par de años, rastreando libros de viajes, escuché una historia que me atrapó:

Año 1895, Mark Twain (seudónimo de Samuel Langhorne Clemens) es ya un escritor reconocido. Y al mismo tiempo un terrible hombre de negocios. Por un lado, la editorial que ha fundado hace aguas y, por otro, de los prototipos de máquina de escribir que se están empezando a desarrollar en el momento, él, casualmente, invierte en el que nunca verá la luz.
Huyendo de las deudas, se traslada a Europa con su familia, donde el coste de vida es más barato. Finalmente, al borde de la bancarrota y acosado por sus acreedores, acepta un encargo que ya había rechazado en varias ocasiones por cuestiones de salud: viajar alrededor del mundo impartiendo conferencias y, posteriormente, relatar su experiencia en un libro.
A pesar de la gota, las continuas gripes y úlceras de piel, el viaje le llevará, junto a su mujer y una de sus hijas, desde Nueva York a la costa oeste americana, Hawai, Polinesia, Nueva Zelanda, Australia, India, Madagascar, Sudáfrica e Inglaterra.
Justo cuando la familia llega a Londres recibe la trágica noticia de que su hija mayor ha fallecido por meningitis. La familia se rompe y Mark Twain se culpa de las desgracias familiares. Pero al mismo tiempo tiene un contrato que cumplir y la necesidad económica sigue ahí, imperiosa como siempre. Mas, ¿cómo ser gracioso en estos momentos?
Twain reconoce que escribió este libro “desde el infierno, fingiendo que estaba haciendo una excursión por el cielo”.


Al escuchar esta historia sentí que tenía que leerlo. He tardado dos años en encontrar el libro. Al parecer se le considera una rareza, tanto en la bibliografía de Mark Twain (a pesar de que es su quinto libro de viajes) como en cuanto a literatura de viajes se refiere. Al final, la suerte, o la perseverancia, quiso que diera con él. Y en ello estoy.

Nada menciona de su historia personal, ni nada en el tono o en el estilo haría sospechar el drama que estaba viviendo. Pero no por ello deja de fascinar. A fin y al cabo, ¿quién podía permitirse hacer semejante viaje a finales del siglo XIX? ¿Quién podía contar que conoció a un insignificante abogado, del que unos años después todos escucharían hablar (Gandhi)? ¿Quién puede decir que ha tenido a Satan de sirviente?